Toca la lluvia en los
cristales, arrecia el frío, y junto a la mejilla de un fuego vivo comienza el
joven a escribir: “El cocinero del mar”…, en un cuaderno aún como el mar ancho
y vacío. Es en Escocia y el mes de septiembre de 1881….
-¿Qué lees, Atareada? – está tan sumida en la lectura que ha
olvidado sus ovillos tirados en el sofá.
- Cuentos de piratas – contesta sin levantar los ojos del
libro – Quiero aprender a ser pirata, y este libro es útil, porque es
autobiográfico. Pero solo voy por el prólogo, acabo de empezar… lo escribió
Eliseo Diego ¿sabes?
- ¿Eliseo Diego era pirata? – pregunto para pillar a la
Atareada
Me mira y sonríe. Vuelve al libro - Eliseo Diego solo
escribió el prólogo…-
Al cabo de un rato deja el libro, suspira y retoma los ovillos.
-
No. No voy a ser pirata. Estoy muy atareada. – y
comienza a mover sus dedos rápidamente, deslizando la aguja de ganchillo entre
las hebras de algodón fucsia. Ganchillosamente, los ovillos se convierten en un
gorro y una bufanda.
-
Pero Atareada ¿y este gorro? ¿y esta bufanda?
-
Es que toca
la lluvia en los cristales, arrecia el frío…



No hay comentarios:
Publicar un comentario